Halloween, una de esas noches mágicas donde brujas, fantasmas, calaveras y zombies campan a sus anchas para causarnos terror . Se trata de una festividad que se celebra en los países anglosajones y que poco a poco se ha ido extendiendo hasta otros países como el nuestro, donde cada vez somos más los que acabamos celebrando esta noche llena de magia, terror y muchas sorpresas.
Un poco de historia…
Halloween es una fiesta de origen pagano que se celebra la noche del 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos (su versión cristiana), y que tiene sus raíces en el antiguo festival celta conocido como Samhain (pronunciado «sow-in»), que significa «fin del verano» y se celebraba al finalizar la temporada de cosechas en Irlanda para dar comienzo al «año nuevo celta», coincidiendo con el solsticio de otoño.
Durante esa noche se creía que los espíritus de los difuntos caminaban entre los vivos, y se realizaban fiestas y ritos sagrados que incluían la comunicación con los muertos. Además, era habitual colocar una vela encendida en las ventanas para que los muertos «encontrasen su camino».
Nosotros hemos querido hacerle un homenaje a Halloween pero dándole otro punto de vista menos «terrorífico»: Vamos a introducir los colores que lo caracterizan y le vamos a dar a nuestro hogar un toque elegante y muy cuidado aprovechando que estamos en otoño y podemos jugar con toda la variedad cromática que nos ofrece esta estación.
¿Cuáles son los colores propios de Halloween?
¿Cuáles son los colores que caracterizan al otoño?
Teniendo en cuenta toda esta gama de colores, os vamos a proponer unos espacios y sobre todo unos rincones muy cuidados para que tu hogar viva, en cierto modo, la festividad de Halloween.
Para ello vamos a emplear un elemento que nos fascina por su color natural, por las múltiples opciones de customización que ofrece y porque integrado de forma estratégica con otros objetos, crea un efecto visual muy elegante y natural: Las Calabazas.
Puedes crear pequeños rincones y utilizar otros elementos decorativos como velas, mantas o flores ya sean naturales o secas y aportar un toque cálido al espacio. No te olvides de la madera que siempre aporta naturalidad.
Las calabazas son perfectas como centros de mesa, ya sea en su color natural o bien puedes pintarlas en negro, en dorado o en plata y colocar accesorios decorativos.
No te olvides de incluir hojas, ramas secas, castañas o piñas para darle un toque muy otoñal y así poder jugar con todos los colores típicos de esta estación.
Ya sólo nos queda desearos un ¡Feliz Halloween! y no tengáis prisa en quitar esas calabazas pasada la celebración y aprovecharos de ellas un poco más.
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