Qué importante es dar la bienvenida a tu hogar con un recibidor lleno de detalles decorativos que inviten a entrar a conocer el resto de tu casa.
A nosotros nos resulta fundamental contar con una pequeña entrada donde poder jugar con la decoración y más si se convierte en la antesala de tu hogar.
Cuando alquilamos nuestra casa en el centro de Madrid, nos dejaron un pequeño mueble tipo mesilla de madera con patas en relieve y un pequeño tirador dorado envejecido. No podíamos abandonarlo y decidimos convertirlo en la pieza principal del recibidor.
¿Cuáles son los elementos decorativos que forman parte de nuestro recibidor?
La selección de elementos decorativos fue fácil, sobre todo, por el tipo de mueble ya que la madera te permite realizar múltiples combinaciones de materiales, texturas y colores:
- La pieza principal lo forma un jarrón con relieve perforado en azul brillo de Zara Home. Es quizás la nota de color que rompe con la simetría de tonalidades y que coordina con la alfombra de fibras naturales de Primark Home.
- Las plantas tenían que estar presentes y dado la poca luminosidad que tiene el espacio, la mejor opción era una rama artificial con distintas tonalidades de verdes (El Corte Inglés). La altura de la misma nos permite aprovechar el espacio y dar una sensación de mayor amplitud.
- Para jugar con el dorado del tirador, había que buscar elementos decorativos que fueran de esa tonalidad. En nuestro caso, un portavelas dorado perforado de Primark Home y un marco de madera con relieve floral que compramos en El Rastro a muy buen precio.
- A falta de enchufe en el espacio para poder colocar una lámpara, la única opción fue jugar con las velas para aportar calidez y nada mejor que aprovechar un portavelas de vidrio con borde dorado que compramos la pasada Navidad en El Corte Inglés.
- Para aprovechar la pared blanca sobre la que se apoya el mueble, decidimos colocar detrás del jarrón una lámina de tela de Ikea con dibujos de distintas variedades de mariposas.
El resultado final está acorde con nuestra idea de aprovechar al máximo el espacio y la altura del mismo con la ventaja de poder disfrutarlo durante todo el año si no quisiéramos cambiar la decoración.